Lu Dongbin
Nací en una familia ordinaria,
Y no aspiro a la vanidad,
Aunque todos a mi alrededor se preocupan solo por títulos y honores,
Yo prefiero ser puro y natural
Y dedicarme al servicio del Emperador de Jade.
Lu Dongbin
Si estudiamos cuidadosamente las biografías de algunas grandes personas, tarde o temprano naturalmente surge la pregunta: ¿son esos destinos tan globales y a menudo extraordinarios, un resultado de las condiciones prenatales de su nacimiento (cuando podemos decir que parecen haber sido tocados por una bendición especial que les donó habilidades excepcionales), o son una consecuencia de su desarrollo y esfuerzo conscientes? Siempre hacemos una comparación involuntaria en el interior, ¿en qué medida podríamos nosotros mismos revelar tales habilidades y realizar el Camino que recorrieron ellos?
Sin duda, el contexto histórico y la propensión humana a crear mitos adornan las biografías de estas personas con el paso del tiempo, atribuyéndoles algunas acciones, palabras, enseñanzas y tratados. Historicamente, se formó una imagen de héroe especial que, incluso a nivel físico, tiene los rasgos y cualidades más valorados para un grupo étnico en particular.
Pero incluso si intentamos analizar de la manera más crítica y lógica posible, todavía tendremos que admitir que, con toda probabilidad, estas personas poseían un nivel único de energía personal, carisma, mentalidad y voluntad, ya que fueron capaces de iniciar flujos de acontecimientos tan grandes en la historia de la humanidad, o porque su memoria sobrevivió durante muchos siglos.
Lu Dongbin (alias Lu Yan (巖), alias el Maestro del Puro Yang – Chúnyáng Zǐ (純陽 子), alias el Patriarca Lu (呂祖)) nació durante el reinado de la dinastía Tang (618-907), en la época de máxima potencia del país. En aquellos años China se adelantaba significativamente a todos los demás países en su desarrollo no solo en el campo de la estructura social y estatal y el poder militar, sino también en términos del desarrollo de la medicina, la artesanía, el pensamiento filosófico y el arte.
La estructura de la Corte Imperial estaba organizada de tal manera que solo los ciudadanos más talentosos podían desempeñar empleos públicos y solo después de aprobar un examen especial y obtener un título académico. Al mismo tiempo, no existían barreras rígidas entre las diferentes clases sociales, por lo que era fácil para los ciudadanos cambiar de una clase social a otra.
Justamente con tal oportunidad soñó un joven, quien nació alrededor de 796 en la provincia de Hunan (prefectura de Jingzhao), cuando emprendió su viaje a la capital para someterse a esas pruebas. Pero la vida le regaló una experiencia aún más interesante: en una de las posadas de Chang’an, donde el joven se quedó esperando los exámenes, su vecino, al ver que Lu Dongbing empezó a adormecerse, le ofreció una pequeña almohada. El joven la aceptó con agradecimiento, pero tan pronto como su cabeza tocó esta almohada inusual, tuvo un sueño sorprendentemente vívido, en el que aprobó con éxito su examen y ocupó un gran puesto, llegó a ser viceministro, se casó con una novia rica y tuvo hijos. Sin embargo, luego su vida fue cuesta abajo: su esposa le engañó, la gente envidiosa lo calumnió, perdió su puesto, sus hijos fueron asesinados por bandidos, perdió toda su fortuna y murió en la pobreza… Después de vivir en su sueño durante dieciocho años, Lu Dongbin despertó, dándose cuenta de la futilidad y la vacuidad de los deseos y aspiraciones cotidianas de la gente común.
Resultó que el asombroso vecino no era un hombre sencillo: fue el propio Zhongli Quan, el más anciano de los Ocho Maestros Inmortales, quien se llevó al joven para enseñarle las prácticas taoístas.
Cabe destacar que el propio Lu Dongbin no era una hombre común. Desde su nacimiento, fue marcado de una manera especial: la leyenda dice que cuando nació, un aroma delicado, que recordaba el olor de flores o incienso, se esparció en el aire. En su infancia, demostró un notable intelecto y gran curiosidad.
A Lu Dongbin se le atribuye la maestría en varias categorías: se le considera un maestro de la Alimentación Interna, un tipo especial de saturación con la energía que nutría su respiración, conciencia y movimiento.
También es venerado como un maestro de la espada, con la que a menudo se representa en pinturas. Se cree que no solo manejó hábilmente esta arma en la vida cotidiana, sino que también supo desvanecer el mal con ella. En general, el Maestro Lu absorbía con avidez el conocimiento, estudiando toda su vida en diferentes escuelas taoístas, y al final llegó a ser el patriarca de la Escuela de la Pureza Suprema (Shangqing).
Lu Dongbin dejó como legado una serie de prácticas internas seriamente desarrolladas y varios tratados, el más famoso de los cuales hoy es El Secreto de la Flor de Oro.
Una técnica única que desarrolló Lu Dongbing fue el estilo del Borracho, o la escuela de los Ocho Inmortales Borrachos, un arte único de controlar el cuerpo y el movimiento en un estado de conciencia particular. El alcance de la habilidad de purificar, fusionar y agitar las corrientes internas de energía creaba una experiencia especial de embriaguez extática mientras se mantenía una conciencia pura y clara.
A los 50 años, Lu Dongbin volvió a encontrarse con Zhongli Quan y aprobó el examen más importante de su vida, pasando las famosas Diez Pruebas y ganándose el derecho a la Inmortalidad. Recibió de Zhongli Quan la Espada del Poder Milagroso y una iniciación especial en el conocimiento secreto de los Inmortales.
Se sabe que después de eso Lu Dongbin viajó mucho, observando la vida de la gente, ayudando a las personas ordinarias y decentes y protegiéndolas tanto con el poder de su espada como con la magia que dominaba a la perfección. Su modo de transportación favorito era volar en grullas y su milagro favorito era convertir el agua en vino.
Lu Dongbin se convirtió en uno de los Inmortales más famosos y venerados de China. Se considera que el Patriarca Lu dejó la Tierra a la edad de ciento veinte años, en el año 1016. Sin embargo, como todos los taoístas del panteón de los Inmortales, sigue regresando a nuestro mundo para ayudar a los buscadores e iniciar a aquellos que estén listos.