Ritual
Autor: Jie Kong
El Ritual representa un orden regular natural o estructural de correspondencias cósmicas, espaciales o prácticas dentro de las cuales uno se encuentra en relaciones ceremoniales especiales con otras personas o con el espacio. El Ritual es un método establecido de realización de procesos, la ejecución tradicional de costumbres y es un orden establecido. En su esencia, el Ritual es una forma habitual de interactuar con el espacio. En caso contrario es un Misterio. Por lo tanto no consideramos las prácticas mediúmnicas, la irracionalidad o la definición mágica fuera del control construido por el Ritual. Sin embargo todo esto puede considerarse como ceremonias (como, por ejemplo, una ofrenda o una forma de rito o misterio).
El Ritual siempre implica orden, disciplina y control. Es una forma especial de sintonía para estar en el proceso. Dota a los participantes de ciertas funciones que consideran si su conciencia está preparada o no. Es difícil comprender el Ritual porque, en cierta medida, es un misterio, lo que impone ciertas limitaciones sobre su percepción y la formación de actitud hacia él. Dado que el Ritual en sí se originó de los misterios y tiene muchas restricciones ceremoniales, es importante comprenderlos y distinguirlos, ya que el Ritual forma varios estados de permanencia. Una cosa es el Ritual de saludo, y otra el Ritual asociado con la ofrenda o la expulsión de demonios. Hablando de Rituales, es importante no mezclar todos los conceptos en uno. El Ritual se caracteriza principalmente por la sintonía y la experiencia de estar en él, y recién después por el lugar, la forma, el proceso y las propiedades de la ceremonia (la vestidura, la parafernalia, los signos y los símbolos).
La sintonización es lo común que combina en sí todas las formas de Rituales, incluso si son de naturaleza irracional, mediúmnica o mágica. Pero esto requiere el control por parte del chamán, el maestro o el profesor. Es decir, es importante quién o qué nos sintoniza o nos inicia en el Ritual. Aquí reside la principal dificultad en la concientización de uno mismo o de su papel en este proceso. Aunque, por supuesto, esto siempre es una combinación de acciones, cuyo curso está influenciado por condiciones tanto externas como internas. Al mismo tiempo, debemos entender: nos guste o no, nuestra vida consiste en misterios, ceremonias y rituales, comenzando con el nacimiento y terminando con nuestra partida de este mundo.
La pregunta es por quién y cómo se representa y cuáles son nuestras reacciones aprendidas, que nos presentan en nuestro aspecto ritual. Podemos estar tan entretejidos en el ritual por varias reglas de comportamiento que ni siquiera podemos ser conscientes de nuestro ritualismo reflejo, por ejemplo, a nivel de acuerdos o negaciones, donde hay una ritualización de conceptos o relaciones no solo entre las personas, sino también con el espacio y la historia.
Un Ritual no es solo una secuencia, sino también acciones, comportamiento especial, orden de pensamientos, gestos, discurso. La tradición o la cultura que respetamos también es un ritual. Es importante entender cómo se caracteriza el Ritual ya que, por regla general, es un tipo de entrada a una determinada realidad, una iniciación en un determinado conjunto de acciones.
El Ritual no se debe considerar desde el punto de vista de “bueno” o “malo”, ya que en este caso sobreponemos una ritualización a otra. Debe ser visto desde la posición de la necesidad. Tal vez, un ejemplo típico y más comprensible es el Ritual en las artes marciales. Si allí no hubiera ritualización de las relaciones, no habría normas morales ni éticas, y esto se convertiría en simple agresión y pelea callejera. O el Ritual de los saludos entre los yoguis o sufíes, el formalismo occidental.
El Ritual puede ser una enseñanza, pero es más bien un medio para organizar las enseñanzas y pertenece al Arte del aprendizaje. La habilidad de respetar y expresar el conocimiento significa la capacidad de desarrollar dentro de nosotros una relación consistente con el mismo, lo que también es un Ritual. No podemos lograr nada en la vida si vivimos sin disciplina en nuestras acciones.
Y aquí podemos recordar que la gente cae en diferentes situaciones de dependencia, participando en Rituales obscuros. ¿Pero, por qué caen en eso? La respuesta es obvia y radica en el hecho de que muchos buscan caminos rápidos, dependen de sus deseos y caprichos, y no del algoritmo de la existencia controlada y consciente. Y si uno no sabe hacer nada, tiene pereza o se encuentra en un torbellino de deseos, entonces, sin darse cuenta, ritualiza su existencia desintegrada o negligente. De hecho, sería más correcto llamar esto misterio, y no ritual. Bueno, hoy generalmente tenemos un misterio ritualizado: es la negación de todo lo que no es familiar ni comprensible para la gente. Al mismo tiempo, el Ritual sigue siendo un medio para hacer algo remoto más cercano, para acercarse a ello.
El Ritual es como moverse a través de un laberinto, y precisamente el movimiento es la base. Lo comprensible no es algo con lo que estamos de acuerdo o en desacuerdo, sino una situación en la que involucramos los esfuerzos del cerebro para entender las acciones. ¿Para qué? ¡Para controlarlos! Como damos definiciones a todo, demos definición también a nuestra capacidad de entender.
Y en este aspecto, el Ritual es muy útil para acostumbrarnos a practicar o estudiar cualquier asignatura. Luego ya podemos hablar sobre la calidad de la enseñanza. No puede haber calidad sin constancia, ya que la constancia lleva a la profundización, y la profundización – a la calidad. El Ritual nos sintoniza para enfrentar y comprender las acciones y decisiones tomadas por nuestra conciencia. Si simplemente hemos llegado a algún lugar y participamos en algo, sin saber cómo ser nosotros mismos, entonces la pregunta está en el grado de educación y desarrollo que dotaron su vida de funciones mecánicas que no les permiten comprender la esencia de las cosas.
En su manifestación más elevada, el Ritual es un Templo, una estructura geométrica necesaria para mantener la luz y el fuego interno. Es un acto de transformación basado en la experiencia de la naturaleza de la luz, lo que se expresa mediante la contemplación ritual, el movimiento, el sonido, la danza, etc.
El Ritual es un proceso que nos lleva a un estado de descubrimiento interior, al despertar, a un estado de experiencia especial. Y si el misterio es el camino hacia el reflejo de la luz, el Ritual es su personificación, la encarnación de la luz como un proceso. Es la representación de lo superior en una forma, en cualquier tradición que tiene una naturaleza tótemica o egregórica. El Ritual está dotado de cierto misticismo, de misterio, orden y disciplina de las acciones.
Al mismo tiempo, el Ritual no se debe confundir con el rito, ya que contiene más conciencia. Por lo tanto, el misterio es la realidad de la luz, y el Ritual es su mantenimiento y desarrollo. El Ritual determina principalmente la disciplina de la mente. Es imposible rosar el Ritual, ya que es un conjunto de acciones en el tiempo. Es por eso que es importante comprender la diferencia entre misterios, ceremonias, ritos y Rituales.