Yoga
Autor: Jie Kong
Tal vez, el yoga es uno de los términos más difíciles de entender en el contexto del desarrollo. Este concepto no puede ser abierto sin la experiencia correspondiente y el esfuerzo asociado no simplemente con el trabajo en lo físico, energético o mental, sino con la combinación de estos tres conceptos juntos. Además, la situación se complica por el hecho de que hoy en día el yoga se ha convertido en una especie de marca, cuya percepción depende de quién y cómo lo presente.
Pero no importa qué definición ponemos en el yoga, siempre hay que tener en cuenta que se trata de un concepto polisemántico de gran volumen, cuya base es la encarnación de la unión armoniosa de las tres condiciones especificadas. Y si esto es así, entonces cualquier combinación de prácticas espirituales, energéticas y físicas es yoga como tal.
Por un lado, esto aleja de la comprensión del yoga en la forma en que existía, digamos, hace mil años, y por el otro, crea un recurso adicional para una comprensión unificada del Camino del desarrollo. Y dado que en realidad el yoga se conoce a través de su logro, el papel principal en la presentación de este término pertenece a quienes proponen este camino hacia la cognición, porque el yoga es principalmente un Camino.
Justamente por esa razón, hoy tenemos una gama tan diversa de conceptos de yoga que no están relacionados con la tendencia india original. Y al mismo tiempo existen muchas opciones aparentemente relacionadas con la fuente original, cada una de las cuales ciertamente vincula su origen con los Vedas, Upanishads o, en el peor de los casos, con el “Yoga Sutra”.