El Cerebro Africano

Autor: Ben Chelero

El cuerpo verdadero de un africano es su cerebro, que determina no sólo toda su vida, sino también la estructura de todo su cuerpo. Es muy difícil entender el cerebro africano: es de médium, es irracional. Por supuesto, eso sólo en caso de que opera con el mismo a través del ritmo — esto significa que el africano se encuentra en una sintonización mental con su cerebro. Sin embargo, en los últimos siglos, el cerebro africano ha sufrido influencias destructivas por varias instituciones sociales que han llegado al territorio africano o porque los esclavizaron o simplemente migraron desde África. Como resultado, no sólo pasan a un ritmo diferente de existencia, sino también a otros sistemas operativos de un nivel energético bastante bajo, que son controlados por los blancos (especialmente con respecto a la mentalidad del habla hispana e inglesa).

El cerebro del africano es una parte esotérica del cerebro ubicada fuera del cuerpo físico, lo que determina la complejidad de su comprensión, ya que es inaccesible para los portadores del cerebro con características de frecuencia reducida. En realidad, este nivel está más allá de la comprensión incluso de los mismos africanos, puesto que para una comprensión consciente es necesario desarrollar la fuerza mental súper poderosa que pueda operar con un cerebro así y requiere mucho trabajo. Pero, de hecho, no se puede decir que los africanos realmente necesiten esto, porque incluso a nivel de la bioquímica permanecen en diferentes vivencias y si no se alteran, entonces en comparación con todos los tipos de vivencias que se pueden clasificar en nuestra tierra, ellos poseen las superiores.

El africano piensa en ritmo y experimenta el sentido del ritmo. Lo necesita para que se comunique con el espacio, lo que forma dentro de él una percepción diferente de la realidad. Y, por supuesto, lo más sorprendente es que todas las culturas africanas están unidas por el pensar en ritmo. Y aunque cada cultura tiene una diferencia aparente, si se desarrolló en el continente africano, entonces la probabilidad de la formación de una forma peculiar de mente es la misma para todos. Al mismo tiempo, para los blancos esto es similar al concepto de la conciencia ausente, ya que la percepción comparativa del pensamiento está limitada por el nivel de conciencia de la persona blanca (o más bien, su sistema operativo, que aunque es superior al del africano, está en un nivel inferior en la zona de fijación de la conciencia).

Piénsenlo solo, ¡el cerebro africano es lo primario y lo superior con lo que el espacio nos dotó, un espacio que comenzó a formarse en el continente africano hace dos millones de años!

Al mismo tiempo, la formación de la vida en África se realiza desde el norte (desde la coronilla), de donde 35 000 años atrás comenzó la formación de todo tipo de conciencia del continente africano, pero al mismo tiempo el sistema operativo seguía siendo el mismo para todos. Aquí un papel peculiar juega la región del Nilo que al mismo tiempo se convirtió en la médula ósea del cerebro africano. Antes de Yoruba en África no hubo otro sistema operativo.

Por lo tanto, África misma es un continente único con conservada forma única de formación de la conciencia que aún sigue siendo inaccesible a la comprensión de la humanidad. Esta conciencia vive según las leyes de la intemporalidad y crea la posibilidad de que el cerebro africano tome formas superiores de sonido, vibración. El cerebro africano es, ante todo, un sistema de comunicación con el espacio, formando una percepción especial de la realidad.