La Nutrición de alta energía. La Alimentación del Futuro

Autor: Ben Chelero

La Alimentación del Futuro es un tipo de Nutrición basada en el llenado y la realización de los procesos superiores de la actividad energética de la persona. La Alimentación del Futuro se basa en las leyes del consumo de alimentos intemporales y se centra principalmente en la nutrición del cerebro del hombre, que se considera más importante para las tareas de distribuir la energía de la comida en comparación con el estómago.

Por lo tanto, el principal consumidor y redistribuidor de la energía para la Alimentación del Futuro es el cerebro (incluso si se trata, por ejemplo, del sabor). La tarea de la Alimentación del Futuro es sacar a una persona de la dependencia de productos de alimentación que proporcionan energía temporal y sintonizan el cuerpo con los procesos de destrucción, en otras palabras, con la muerte. La energía recibida, obtenida del consumo de alimentos de baja energía es la energía de la muerte, que difiere entre sí solo en su índice de mortalidad.

La Alimentación del Futuro es el Arte de consumir alimentos de alta energía o cristalinos, destinados a la nutrición del cerebro de la persona y el reforzamiento de las funciones reguladoras tanto de todo el organismo como de la naturaleza sutil del espíritu. Una peculiaridad del trabajo del cerebro humano es su capacidad de autorregularse. Esto se expresa al ajustarse a formas más bajas de alimentación (al comer productos de descomposición, al final bajamos las funciones más altas, inclusive las mentales), y se expresa en la capacidad de percibir formas más altas de nutrición que aumentan la tonalidad del cerebro. Estos procesos se caracterizan por la frecuencia de la energía, el así llamado “coeficiente de mortalidad” de los alimentos que controla las reacciones basadas en la estimulación primitiva o de alto vigor del cerebro.

La Alimentación del Futuro tiene el objetivo de establecer un modelo de nutrición de más alta energía, centrándose en el trabajo funcional de las neuronas cerebrales. La Alimentación del Futuro está dirigida a la nutrición de todos los sistemas del cuerpo y está dividida tanto por el principio mineral básico como por fórmulas, cumpliendo con ciertas tareas. Como resultado, se desarrolla el proceso de formación de hormonas, que se basa en las funciones de excitación del cerebro, que se dividen en conexión con la nutrición del cerebro de varias energías, inferiores, superiores o simplemente destructivas. Este proceso se basa en la “agitación”, excitación por los alimentos.

Por lo tanto, la nutrición de alta frecuencia está diseñada para organizar los impulsos cerebrales asociados con la alimentación y la redistribución de la energía. Debido a que el cerebro se alimenta de la excitación que proviene del comer, la calidad de los alimentos también forma la calidad de la excitación. La nutrición de alta frecuencia o cristalina no es solo la organización interna del cuerpo físico, energético, sino también el mental, donde es importante la capacidad de sintonizar y percibir el formato de alta frecuencia de los alimentos, lo que permite plantear tareas, por ejemplo, al mismo estómago como el principal representante del sistema digestivo y a cualquier otro órgano o sistema del cuerpo.

De hecho, se trata de la capacidad de Enfocarse, que es imposible sin alimentar al cerebro con procesos energéticos de alta frecuencia. Es decir, en términos de la Alimentación del Futuro, el Enfoque también se considera como alimento para el cerebro. Cualquier nutrición del cerebro proviene de un esfuerzo que entregamos al cerebro o formamos en él mismo. Por lo tanto, la calidad de la excitación del cerebro también forma las funciones de comportamiento del hombre.

Aquellos que quieran utilizar la nutrición como un medio de desarrollo deben comprender que es imposible pasar sin la comprensión de la nutrición del cerebro. Cualquier comida al nivel de las reacciones se distribuye de acuerdo con el modelo ya incorporado y la tarea de la Alimentación del Futuro es reconfigurar este modelo, llevar a la persona a la comprensión que la nutrición del cerebro es el funcionamiento del cerebro mismo.