La Gran Poción. La nutrición con Jade
Autor: Jie Kong
Desde el punto de vista de la Alquimia Taoísta, la actitud hacia el Jade como una gran poción posee particular importancia, incluso sonido, ya que la estructura del jade está relacionada con la forma superior de la transformación del cuerpo humano, donde el verdadero logro de la inmortalidad se asocia con la creación de un cuerpo de Jade.
El Jade es un cristal sabio que combina un modelo de formación de la estructura geométrica con todos los grados de tensión del espacio necesarios para el ser humano. Este rasgo lo hace diferente de todo el resto de los minerales. La tensión obtenida de la esencia cristalina del Jade no sólo puede llegar a los órganos y los vasos del cuerpo y resonar con los mismos, sino también sintonizarlos uno con el otro.
La esencia cristalina es un modelo generador que cambia constantemente diferentes frecuencias que influyen en las células de la persona, ordenándolas, formando un modelo más armonioso del espacio energético del hombre.
Al tomar la esencia cristalina del Jade, nos acostumbramos a un diferente estado de existencia. La toma del producto está destinada a las personas que están en el Camino. Esto se debe al hecho de que la esencia posee espíritu y su propia mente.
La nutrición con la esencia cristalina del Jade es importante para cumplir con muchas tareas prácticas (principalmente del contenido energético). Al tomar Jade, activamos el cuerpo, aumentando su funcionalidad. La esencia reconstruye las condiciones del funcionamiento del cuerpo, activándolo y formando un centro.
Todo el principio de la nutrición con Jade en el concepto taoísta (que es fundamental en la determinación y el estudio de la nutrición con Jade) radica en las propiedades que se caracterizan por la tensión creada por este mineral. Alegóricamente, se representa en la forma de varias propiedades del dragón, desde sus segregaciones secretoras hasta los ojos que escupen fuego. Además, una propiedad del Dragón reemplaza a otra, como si mostrara el proceso del perfeccionamiento hasta alcanzar la pureza superior. En general, esto puede correlacionarse con cuatro tareas: Salud, Riqueza, Longevidad e Inmortalidad. Si el tema de la Salud es comprensible, pues el concepto de la Riqueza es un proceso especial en el pensamiento chino, asociado no con la saturación externa, sino con la interna. Es decir, es rico el que posee poder y armonía y no el que posee dinero.
Y desde este punto de vista, la nutrición con Jade se consideraba como la obtención de verdadera Riqueza o simplemente una existencia justa en relación con uno mismo, la armonía. Y la Longevidad es importante con el fin de perfeccionar su conciencia. La conciencia perfecta es la sabiduría, la cualidad de experimentar un estado peculiar y la resonancia con el Cielo, adonde tarde o temprano esta conciencia debe ir. Por lo cual, bajo el concepto de la Longevidad se entiende, en primer lugar, la resistencia y la fuerza de la consciencia. Y la nutrición con Jade es una oportunidad especial de mantener la tensión cerebral en la tonalidad necesaria.
Es más interesante considerar el concepto de Inmortalidad. Está relacionado con la alquimia externa, y aquí es importante entender la física, no la mentalidad de la cuestión, de lo contrario nos atamos a un tema que no solo no podemos conocer, sino que también nos involucramos en la definición conceptual de “creo/no creo”, lo cual es un gran error. Para nosotros es importante no solo comprender, más bien conocer el proceso de transformación, para que el cerebro pueda apoyarse en los cambios adquiridos y consolidarlos. Precisamente la consolidación requiere un trabajo largo y estable, que no debe basarse en las expectativas, sino en el resultado del proceso de interacción con el Jade, donde la base de prueba pueden ser únicamente las vivencias comprensibles que experimentamos de la toma de Jade. Y si no las hay, entonces podemos hablar de la incapacidad o la imposibilidad de la conciencia de alcanzar una conexión resonante con la tensión del Jade.
¡Cuántas cualidades atribuían al Jade en la búsqueda de la juventud! Sin embargo, el verdadero producto estaba accesible a pocas personas. Lo máximo que la mayoría de la gente podía permitirse era tomar líquido de tazas de jade o nutrirse de los sonidos de jade, de los que se nutría, de hecho, el gran Confucio, mientras negaba el principio alquímico de la transformación. Y cuando lo entendió, ya fue difícil para él aplicarlo en su totalidad, tanto debido a su edad, como porque se convirtió en rehén de sus propios principios y reglas morales.
Sin embargo, la nutrición del espíritu con Jade era común en las culturas maya y maorí. Pero en estas tradiciones, mucho se relacionaba con los rituales y estados de trance, que no es un tema que nos interesa en este caso. Solo cabe mencionar que la sintonización con el jade se correlacionaba con el concepto de nutrición del espíritu.
La esencia cristalina del Jade representa la naturaleza de un Campo peculiar. No solo mejora la condición de la persona, sino también dirige los procesos internos a la generación constante de energía.
El pensamiento y la idea de la alimentación con el Jade pertenece principalmente a los filósofos naturalistas chinos, que tres mil años atrás llamaron la atención sobre las cualidades especiales de los minerales. Y, por cierto, la obtención del Cuerpo Inmortal o el Cuerpo del Emperador de Jade dio forma a la filosofía del Camino, la filosofía del Tao. Es decir, podemos decir con certeza que el Jade es una piedra del Camino y tal vez fue el primer maestro de los Alquimistas Taoístas, y probablemente del mismo Emperador Amarillo. Según la leyenda, éste se alimentaba de Jade de Cinabrio y adquirió un color de cinabrio. En realidad, el Emperador Amarillo no es amarillo, sino del color de cinabrio. Por lo tanto, el legendario Huang Di puede considerarse como un ejemplo especial en la nutrición de los alimentos intemporales.
Con toda probabilidad podemos considerar que la esencia de jade posee consciencia y conecta la conciencia humana con las Proporciones Microcósmicas, lo que en la Alquimia Taoísta se percibe como la conexión con el Emperador de Jade.
Para la toma de la esencia cristalina de Jade es importante la mente. De hecho, del estado de la conciencia depende no tanto la sintonización externa con el mundo de la persona, como también su sintonización interna. El primer paso para el desarrollo del cerebro es su nutrición. Y en este caso la esencia de Jade es la fórmula cristalina fundamental. Es imposible sintonizar el cerebro sin nutrirlo.
En la Gran Poción el principio alquímico del jade determina la posición especial de este mineral. El Jade dentro del cuerpo activa los procesos superiores de transformación a través de los cuales éste mismo ha pasado. Es decir, no solo es un producto activo para uso, sino que también comienza a mantener, correlacionar los procesos de Alquimia Interna si éstos ya están iniciados, y si no, ayuda al cuerpo a iniciarlos.
El uso de la esencia de Jade ayuda al fortalecimiento de muchas resonancias iniciadas o incipientes del campo prenatal y el campo postnatal, que por alguna razón no pueden entrar en cohesión, por lo tanto, forman bloqueos que pueden llevar a enfermedades.
El principio alquímico de la toma de Jade es principal. Esto se debe al tipo de energía que produce el Jade para su crecimiento. Es decir, el Jade es un mineral capaz de desarrollarse tanto de acuerdo con principios temporales, como con intemporales. Es un mineral único que se desarrolla a través del esfuerzo interno. El Jade es un tipo de generador que se traslada a una forma líquida. De esta manera activamos el principio de la intemporalidad, organizando procesos de un nivel completamente diferente dentro de nuestro cuerpo.
La intemporalidad es un principio alquímico fundamental, donde la medida de la vida no es la corriente de energía, sino su tensión. Y no solo aumentamos la condición dentro del cuerpo, sino también activamos muchos procesos internos de generación de energía, que hasta este momento nuestro cuerpo no podía realizar. Así se logran importantes principios de transformación que desarrollan la capacidad de absorber mejor la nutrición de alta vibración, que incluye los procesos de llenado, recogimiento, mantenimiento, asimilación, conservación, absorción y transformación.
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