Jie Kong (Oleg Cherne). Charla «Arquitectura de la Mente. Mente y Karma»

Muchas tradiciones espirituales indican que no somos capaces de percibir la realidad en la que el cerebro es solo una de sus condiciones y el karma es otra. ¿Cuál es la dificultad aquí?

El cerebro es una parte del cuerpo que no solo regula el proceso práctico asociado con el karma, sino de hecho, es lo único que puede influir en este proceso. Desde el punto de vista del trabajo del cerebro, el karma influye en nuestro destino, teniendo un efecto directo en la unión o formación de conexiones en el cerebro.

Lo más difícil es la capacidad de percibir puramente el Cielo Anterior, la razón de nuestro nacimiento. Para considerar el Karma con un punto de vista preciso, es importante aceptar la naturaleza de nuestra generación y el paso por la vida. Y como consecuencia, necesitamos entender hacia dónde vamos. En general, el paso a través de lo “turbio” en la práctica taoísta se considera como la parte más importante del Camino, y Atravesar la muerte como un factor de hacia dónde vamos.

El funcionamiento mismo del Karma está asociado con los principios del cerebro y, a fin de cuentas, con la capacidad de realizar nuestro Cielo Anterior. Para el cerebro el Karma no es una predestinación, pero lo puede ser para nuestro espíritu. Todo depende de si nuestro cerebro nos permite implementar los esquemas inherentes a nosotros, que podemos proponernos, para evitar esta predeterminación.

Duración: 1 h.
Relación del aspecto: 16:9