Espacio de la práctica
Autor: Jie Kong
El espacio de la práctica es un concepto especial que determina la pulcritud y la eficacia de la práctica. Es un sistema, una alfombra, un estampado en el que se sumerge quien siga el Camino del perfeccionamiento. Una esquema que nos permite tejer primero nuestro espacio interior y luego el exterior.
El espacio de la práctica es un mapa y al mismo tiempo es la navegación. En este espacio se desarrolla el sistema operativo de La Mujer Perfecta. La práctica nos permite dirigir el Camino, siguiendo una dirección conocible, y no solo involucrándonos en una tradición o un modelo técnico particular.
El sistema operativo de la mujer es la naturaleza misma de la mujer. Es lo que debe predeterminar su vida, su interés en la vida, ya que cada mujer de una manera u otra es un Oráculo. Como mínimo, cada mujer depende de las preguntas que surgen, y es importante enseñarse a sí misma cómo seguir la búsqueda de las respuestas. Esto es precisamente lo que determina la capacidad de La Mujer Perfecta de llegar a su Oráculo y obtener todas las respuestas necesarias. Por lo tanto, el espacio de la práctica de La Mujer Perfecta es su santuario.
Estar en el espacio de la práctica significa estar entre el surgimiento y la búsqueda de la respuesta. El espacio de la práctica es la conciencia de La Mujer Perfecta. Eso permite a su cerebro permanecer diariamente en un formato de existencia consciente, de armonía, independientemente de las numerosas limitaciones externas que no la dejan ser La Mujer Perfecta.
El espacio de la práctica es un laberinto que consta de muchas salas. A medida que avanza de una sala a otra, gana experiencia en la capacidad de penetrar, superarse en primer lugar a sí misma y las debilidades de su mente. El espacio de la práctica no es una forma nominal de su existencia, sino aquello que lleva a la integración con la eternidad. Este es el espacio en el que logramos la capacidad de operar con nuestra propia Luz, es decir, es la posibilidad de penetrar en las profundidades de la naturaleza de nuestra existencia entera.
La práctica de La Mujer Perfecta es una forma especial de entender la esencia de las cosas, es un taller donde son importantes la estructura, la funcionalidad y las capacidades potenciales de nuestra conciencia.