Metafísica de la Perfección
Autor: Oleg Cherne
La Metafísica de la Perfección es la verdadera filosofía de la práctica. Su mentalidad se expresa por una tonalidad formada o que se está formando. Es la naturaleza primordial de la realidad que se llega a conocer a través de la existencia práctica como una colección de las Doce Tonalidades del Macrocosmos.
La Metafísica de la Perfección expresa las corrientes peculiares de los Campos, que se intercalan entre sí, con lo cual lo desconocido se vuelve observable, lo observado — reconocible, lo reconocible — aplicable. Solo lo aplicable es aquello objetivo y caracterizable que nos permite trabajar en la Perfección.
La Metafísica de la Perfección es una expresión del camino práctico, cuya tarea es influir en lo que nos proponemos construir y apartar nuestra conciencia de la distracción. La Metafísica de la Perfección ha formado todo el condicionamiento tántrico del Camino, aquello que podemos llamar Perfección. Este es lo primordial manifestado que forma nuestra propia naturaleza, ritmo, el sonido de nuestra vitalidad que necesitamos conocer para acabar con el vagabundeo inconsolable.
La verdad del conocimiento proviene del proceso de cognición. La metafísica de la perfección es la expresión de la ens rationis (del latín: entidad) del espacio y el tiempo. Este es un proceso de creación, que en diversos grados de suficiencia depende no de las joyas sintéticas, sino del grado de nuestra consonancia con los tonos de los Campos macrocósmicos.
La Metafísica de la Perfección abarca todos los niveles de la existencia, presentando, al mismo tiempo, la posibilidad universal de experimentar el proceso del perfeccionamiento. La metafísica de la perfección brinda la máxima oportunidad de manejar los procesos que nuestra conciencia puede autentificar. Esto le da la capacidad de estar en su grado de suficiencia, y al mismo tiempo no estar limitada por la misma, así como ser guiada por fuerzas unificadoras en lugar de separadoras.
La Metafísica de la Perfección nos permite estar en el formato de los tres factores:
- Apertura al conocimiento.
- Necesidad de conocimiento.
- Capacidad de experimentar el conocimiento, es decir, convertirlo en Luz.