Anatomia del Espíritu

Autor: Jie Kong

La Anatomía del Espíritu es un concepto multifuncional relacionado con la naturaleza de la generación de la persona y las leyes de su existencia. La Anatomía del Espíritu caracteriza las condiciones que representan la naturaleza animada de lo Superior dentro de nosotros. La percepción de la Anatomía del Espíritu es la posibilidad de sintonizarnos, y luego conocer las profundidades de nuestra naturaleza, las profundidades de los espacios que representa nuestra conciencia. La comprensión de la Anatomía del Espíritu radica en la zona del conocimiento de la Geometría, por así decirlo, de la geometría astral, que representa el Cuerpo del Espíritu.

El espíritu humano es un concepto que apareció justo cuando empezamos a comprender la naturaleza humana y nos dimos cuenta de cómo nuestras acciones afectan a nuestras almas. Surge una pregunta razonable: ¿por qué la gente viene aquí? El entendimiento de este asunto reside en el aspecto físico de la llegada del alma a nuestro planeta; venir aquí fue algo como un acto de cultivo del alma en un laboratorio. Estas consideraciones se fundan en el trabajo específico de comprender la Anatomía Sagrada del cerebro. Es importante que nuestro cerebro sea, en primer lugar, la noción básica del concepto del espíritu, y luego ya del concepto del alma.

Cabe mencionar que este proceso también está relacionado con el cambio mediante el fortalecimiento del plan mental de la existencia humana. Es decir, el conocimiento del espíritu es importante para que éste se convierta en la fuente de desarrollo de una mentalidad diferente y más fuerte.

El desarrollo del concepto tanto del espíritu como del alma reside en la comprensión de la Anatomía del Espíritu. La dualidad y la imposibilidad se equilibraron en las leyes de las vivencias de nuestro cerebro. Pero cuando la conciencia no tiene límites claros y sigue dos caminos incoherentes (el racional y el irracional), las posibilidades del alma disminuyen. Y esto pasa a pesar del fortalecimiento de la naturaleza del espíritu que empieza desde el nacimiento o viene como resultado de la vida.

Sea como fuere, el tema indicado se considera no solo desde el punto de vista de las características personales, sino también de lo que nos rodea: objetos, ropa, personas, comida, todo lo que, en esencia, forma el concepto de la Alquimia externa. Con el paso del tiempo, el proceso de formar una persona con un espíritu fuerte se ha hecho parte de un nuevo concepto de la formación del alma. Hoy, la importancia del factor de las condiciones postnatales, cuyo objetivo es ayudar tanto a nuestro espíritu como a nuestra alma, ha crecido.

Por supuesto, tenemos ciertas dificultades en la comprensión de la diferencia entre el espíritu y el alma, sobre todo en la aceptación y la concientización no tanto de nuestro espíritu como nuestra alma. Esto se debe al hecho de que el grado de concientización de uno mismo es más bajo que el nivel necesario para conocer las propiedades sutiles del alma. Diferentes conceptos sirven para las tareas de comprender el alma (como, de hecho, el espíritu), y si, no obstante, aceptamos la importancia de este asunto, hace falta entender qué haremos a continuación con él y a qué podemos llegar. Si no hacemos nada respecto a nuestras almas, no mejoramos la Anatomía del Espíritu.