Conciencia Tántrica

Autor: Jie Kong

La conciencia humana es la herramienta principal para el logro práctico de cualquier arte. En la práctica del Tantra, la conciencia se enfrenta a la tarea de permanecer constantemente en el estado de despertar. Este objetivo implica un estado peculiar del cerebro, que proviene de las capacidades de la mente de la persona concreta.

La Conciencia Tántrica permanece en transformación constante y es una fuente de energía, comprendida como la fuerza excitante o penetrante, Pe. Esta fuerza se asocia con determinada parte del cerebro llamada el Cono de Viejo Sauce.

La cognición, o mejor dicho, la permanencia en la fase de cognición de la Conciencia Tántrica es un material peculiar para el crecimiento ilimitado. Al mismo tiempo este estado implica no solo una interacción de calidad con el cerebro sino también conecta con vivencias que no pertenecen a la naturaleza de nuestro cuerpo.

En este proceso, la conciencia se correlaciona con la naturaleza de la conciencia de los Celestiales, que “habita los cielos de Tushita”. La conciencia tántrica forma la gran personalidad de Mahapurusha. Podemos decir que esta conciencia existe aparte del mundo mortal. Está inmerso en el estado de Boddhi, el estado de despertar, que permite percibir los doce estados de dependencia en los que se encuentra la conciencia.

Esto genera la naturaleza peculiar de vivir y experimentar el presente. Este estado es muy importante para la búsqueda de la Verdad, donde esta búsqueda es la Verdad Decimotercera. La dificultad en operar con esta conciencia radica en que debe actualizarse y mantenerse constantemente, o simplemente permanecer en ésta como en un lugar sagrado. Pero entonces de la Conciencia Tántrica pasa al estado de la Iluminación y deja de ser prácticamente fundamentado.