Tabaco
Autor: Ben Chelero
Al hablar de la Tradición chamánica no podemos prescindir del tema del tabaco. El tabaco es una planta peculiar que cuenta con historia que ninguna otra planta en el mundo tiene. Es el representante más famoso de la categoría de las Plantas Maestras poseedora de determinadas cualidades sagradas y al mismo tiempo puede tener influencia nefasta. La comprensión correcta de interacción con ella es el saber principal sagrado en la Tradición chamánica.
Para entender el tabaco es importante dividirlo en tres conceptos: el Tabaco como planta; Tabaco para purificación del espacio interno; fumar el Tabaco. Hay que quedar bien claro que si estamos hablando de chamanismo, entonces fumar tabaco no tiene nada que ver con eso. Se trata de la fuerza de la planta y cómo interactuar con ella. En principio, quemar un tabaco durante ceremonias es un proceso de purificación donde se implica determinado tipo de tabaco para limpiar el espacio, realizar la Iniciación y para dirigir el poder del chamán. En este caso, debemos entender que no se trata de fumar, sino de quemar.
Si en vez de quemar el tabaco el chamán lo fuma (especialmente fuera de las tareas sagradas de la ceremonia), entonces el poder y el espíritu del tabaco lo han captado y este chamán no puede representar su propia fuerza. Lo mismo sucede con los fumadores comunes. Aunque, a decir la verdad, cabe mencionar que hoy en día muchos fumadores son captados no tanto por el tabaco, como por varias impurezas dañinas del tabaco (incluso el tabaco de baja calidad de producción).
En la ceremonia, el principal secreto en el tabaco es el humo y la resina que se obtiene al quemarse. La resina posee gran poder y es muy peligrosa para quienes no entienden la planta. Pero tanto la resina como el humo a menudo también son parte de las mezclas dañinas, ya que se producen de la interacción inhábil con el tabaco y de la mala calidad del mismo.
La resina es el proceso mismo de materialización del espíritu del tabaco y los chamanes son los que la generan al comunicarse con el tabaco, al olerlo, al escucharlo y en el último momento lo queman. Esta es una ceremonia compleja e importante, dirigida al cambio de la respiración del chamán y ¡no va acompañado por el fumar! De esta manera se desarrolla la respiración especial del chamán: la Respiración de la Visión.
Hablando en sentido figurado, la comprensión de esto está relacionada con el concepto de “respirar tabaco”, como la idea de “respirar incienso”, pero no en un sentido negativo, sino en positivo. “Respirar tabaco” es como una conjuración, cuya tactilidad posteriormente se desarrolló en varias formas mágicas. Es decir, la comunicación con el poder de la planta de tabaco es un proceso peculiar e importante, ya que esta fuerza es necesaria tanto para el mismo chamán, como también para la comunicación con las fuerzas de otras plantas.
Además, con la ayuda del humo del tabaco el chamán se comunica también con el espacio. El tabaco tiene resinas aromáticas que forma en el proceso de la quema. Pero la resina del verdadero tabaco se percibe sin quemarse. Esto se debe al hecho de que el tabaco fuerte y de alta calidad tiene aceites que, al añejarse y secarse correctamente, cristalizan y se convierten en resina. Cuando se exponen al calor, en estructura y sabor, estas resinas se parecen a la miel.
Por lo tanto, la preparación de la resina en el tabaco es un acto mágico asociado con la capacidad de preparar la hoja del tabaco. En la antigüedad, la resina del tabaco estaba relacionada con el concepto de la miel. Empezaron a preparar esa resina en quemadores especiales y luego en pipas con la imagen de animales totémicos o el símbolo del espacio del tabaco para purificar el mismo. Usando pipas de piedra, los indios preparaban la resina de tabaco para limpiar (los de madera eran, más bien, para quemar). Y aquí es importante entender que el humo de tal tabaco no es perjudicial. Primero, siempre es parte de la ceremonia y segundo, se usa tabaco especial. De una u otra manera, todos los procesos relacionados con el tabaco fueron no solo como un ritual, sino también tabú.
El tabaco es el conductor más fuerte y cualquier mezcla de sustancias dañinas en su composición (como vemos en la industria moderna) e incluso el cultivo incorrecto (hasta el uso de abonos perjudiciales) produce veneno en el tabaco, que desarrolla el hábito de fumar y produce la destrucción.
El significado místico de la acción del tabaco se asocia con la comprensión de su espíritu y las maneras de interactuar con él en forma de quemarse, pero no de fumar. Los indios lo llaman el Gran Espíritu, interactuando con el cual, el chamán recibe fuerza, especialmente importante en ceremonias fuertes como la toma de Ayahuasca, donde no se puede hacer la ceremonia sin el Poder de Mariri. Y es el tabaco el que sintoniza con este Poder (como, por ejemplo, el Mapacho – el tabaco ceremonial).
Además de esto, quemar tabaco es un peculiar proceso de entrega de fuerza al espacio, el principal alimento del poder. Y si tomamos en cuenta el que la percepción de la planta más importante por su fuerza y propiedades curativas, la Ayahuasca, se complementa obligatoriamente con la quema, con la ofrenda de tabaco Mapacho, entonces podremos apreciar el significado del tabaco como una hierba sagrada a través de la cual los chamanes se ponen de acuerdo con el espacio, el mundo, y establecen la conexión necesaria, por así decirlo, con el Cielo.
Todas las acciones de los chamanes relacionadas con el tabaco están ritualizadas. Incluso usar tabaco y pipas es todo un proceso de sintonización mutua para estar en contacto con el poder que se adora. Con el tiempo incluso se formó un culto religioso al Maximón (es otra imagen colectiva y símbolo del tabaco, que incluso tiene su propia iglesia en Guatemala). Sin embargo, en los lugares donde viven los indios, los chamanes y donde se cultiva el tabaco, seguro se puede buscar el culto, la adoración sagrada o religiosa del tabaco.
Por supuesto, la principal dificultad para entender el tabaco hoy en día es que se fuma sin ninguna comprensión de sus propiedades, significado y posibles consecuencias. Este envenenamiento masivo de las personas ha formado una actitud errónea hacia el tabaco. Pero hablando de chamanismo, no solo tenemos que separar los conceptos de quemar y fumar, sino que también es importante que no caigamos bajo el poder del tabaco que no controlamos, algo que no debemos tratar con negligencia, ni mucho menos creer que no nos cuesta nada. Es mejor respetarla, pero no tener nada en común con ella, si uno está fuera de la tradición de comunicación con Plantas del Poder. Al aprender el Arte del chamanismo, uno debe empezar con simplemente comunicarse con el tabaco, sin siquiera intentar quemarlo.