La Figura equivalente a Dios

Autor: Gleb Du

La figura equivalente a Dios es aquella cosa perfecta de la cual se forma todo. Es el valor proporcionalmente estable, que representa un sistema de conocimientos superiores. Es aquello que se convirtió en la base de la ciencia matemática y los primeros grandes sabios en este sistema fueron los griegos Euclides, Tales y Pitágoras quienes sistematizaron las búsquedas tempranas del espacio perfecto por los mismos babilonios y egipcios.

Los intentos no solo de conocer sino además de controlar el espacio a través de la figura correcta, corresponden al período entre VII – VI siglo a. C. cuando el ser humano ya era capaz de influir en el espacio y no simplemente percibirlo. El hombre empezó a medir lo superior de la figura geométrica perfecta (de hecho, la esfera) y encerrarla en figuras más imperfectas.

Imagínate solo cómo Tales y Pitágoras encajan esta esfera en un cuadrado, o encajan un círculo en un cuadrado. De hecho, resulta que tomaron algo superior y lo compararon con algo inferior. El deseo de conocer la figura equivalente a Dios fue el intento de conocer la Proporción perfecta, es decir, no solo una proporción capaz de crear la máxima cantidad de energía en sí, sino también una que puede transmitirla a una forma inferior.

Los primeros intentos de calcular tales figuras consistían en el cálculo del poder de aquello que es capaz de conservar en sí y generar. Y en este caso, basta solo con la idea de la cuadratura del círculo. Es decir, si poseemos la Proporción perfecta, entonces podemos aumentar dos veces nuestra fuerza. ¿No les parece genial? Y, ¿qué significa “aumentar dos veces la fuerza”? Significa liberarse de algunas condiciones creativas y pasar a la siguiente.

Resulta que debemos considerar a los primeros matemáticos como Antifonte, Hipócrates, Aristóteles, Demócrito, Arquímedes, Platón y otros no como matemáticos o filósofos, sino como Alquimistas que trataron de conocer el Método de cómo adquirir energía del espacio. Y no debemos olvidar el hecho de que ellos observaban el mundo más que materialmente y físicamente, percibían su volumen, densidad e incluso la frecuencia de la energía con una precisión que supera incluso las máquinas modernas más complejas.

La inscripción de Antifonte del círculo en el cuadrado se puede comparar con la inscripción de los sentimientos superiores en la forma material. Para la gente en la antigüedad esto correspondía con los principios supremos de vivencia en la naturaleza, algo como sentir el valor y no simplemente conocerlo. Precisamente tomando de base esta Geometría sensible, viva, construyó su enseñanza y su escuela Platón.