Máscaras de la Tradición Fang

Autor: Ben Chelero

Маски традиции фанг

¡Hola a todos! ¡Mbólani!

La etnia Fang (Pangwe, Fan, Pamue) es un pueblo especial del grupo de lengua bantú que representa la etnia Beti Pahuin en África occidental. Es el grupo de gente más grande en Guinea Ecuatorial, Gabón, Camerún, unido por la forma común de sintonización con la conciencia superior. Su cultura es un código matricial peculiar para el espacio de toda África, un relleno energético activo de las zonas de Gabón, Camerún y Congo.

La etnia Fang representa la conciencia de determinado nivel del macrocosmos, que está encarnado en ellos y que ellos consideran como su antepasado. Fue esta conciencia la que formó la antigua tradición ceremonial de Bieri, que posteriormente fue reemplazada por el culto Bwiti asociado con el mantenimiento de esta conciencia. Este culto utiliza la planta de poder Iboga, que es como el conductor de su conciencia hacia su conciencia original o el antepasado.

Las personas Fang están constantemente sintonizadas con un poder sobrenatural, y aún más, su conciencia está iniciada por esta fuerza Bandzi. Es la que forma su poderosa y hermosa estructura corporal. Y su capacidad de sobrevivir y funcionar en la naturaleza tropical se considera excepcional. La influencia de los Fang en la cultura de los pueblos vecinos es grande. Juntos forman un grupo mediúmnico especial, cuya clase de conciencia está asociada con la capacidad de penetrar en la conciencia superior del universo, correspondiente al Octavo Límite. Esta conciencia, de hecho, materializó este pueblo. Y la forma de llamar a esta conciencia es mediante el uso de máscaras especiales que están dotadas de un poder especial.

Durante mucho tiempo la cultura de los Fang ha sido misteriosa, e incluso hoy en día no es menos secreta, especialmente en lo que se trata de las relaciones con Nigeria (el pueblo Tiv) y con el Congo. Esta conexión crea otra fórmula sagrada más del Continente Negro.

Los Fang a menudo conservan los huesos y cráneos de sus antepasados ​​si ven que estos restos aún conservan la fuerza. Este poder es extremadamente influyente en la vida diaria de la tribu. Los Fang llaman a esta práctica Bieri y generalmente solo las reliquias del antepasado masculino se guardan en contenedores de corteza. Con este fin, los Fang gastan mucho esfuerzo en crear reliquias especiales en forma de figuras y cabezas. Estas son figuras de madera talladas, máscaras creadas para decorar los cofres que contienen las reliquias y los restos de sus antepasados. Las reliquias son complejas y bellas, sin embargo la gente de Fang no las considera tan poderosas como los restos por ejemplo del fallecido padre o madre. El objetivo de la tradición Bieri es protegerse de los antepasados ​​y pedir su ayuda en asuntos de la vida cotidiana.

Para los Fang, la máscara representa la conciencia superior, que se establece en los huesos de las personas de los Fang y se considera como el creador del mundo que conocen. Esta conciencia sopla vida en su tierra. Como el creador original es adorado Zambe o Sekume, a quien dedicaron las máscaras antiguas. Las personas Fang perciben esta conciencia como similar a la conciencia reptil de un lagarto.

De esta conciencia, según las ideas de Fang, provino la primera persona, o la conciencia materializada. Representa tres aspectos del espacio: el sonido Nzame, la forma Mbere (donde vive la conciencia de Mebe’e, que se establece en los huesos y el cráneo), y la verdad Nkwa. La primera persona creada ocultó toda la energía creativa en un elefante, mono y leopardo. De esta manera hasta hoy en día Fang sigue controlando el poder de Nzame, la destinación especial de Mbere y la belleza de Nkwa. Justo para la activación de la comprensión de estas tres fuerzas se usa la máscara. Los Fang son bastante orgullosos y se perciben a sí mismos como la causa principal de la humanidad, donde la primera mujer (la causa que da origen a todo) fue creada gracias a la forma de Mbere.

Por supuesto, es importante entender que esta conciencia tuvo una larga materialización en relación con la migración de tribus, que afectó tanto al norte, como el sur y la parte central de África. Las energías de los bereberes, ibogo, tribus congoleñas y bosquimanos se unieron a este movimiento. Por lo tanto, Fang es un pueblo alquímico peculiar que encarna las características especiales del cuerpo, como si la conciencia hubiera crecido de esta manera. Bueno, la formación final de la cultura de los Fang está asociada con el sur de Camerún y el norte de Gabón: esta zona debería considerarse su lugar de poder.

Las máscaras tienen formas alargadas (incluida la nariz) y expresan también la idea del ritmo cardíaco, manifestando un tipo de respiración peculiar. Las máscaras están pintadas de color blanco con caolín (una arcilla blanca compuesta del mineral de caolinita), y las líneas negras representan el aliento del difunto y sus huesos. La forma de la frente de la máscara es convexa (esto indica una representación especial de la conciencia), las cejas están hechas como arcos en forma de corazón y son iniciadas por la planta de poder (Iboga o Alan).

El cuello también es largo lo que indica la influencia del sur de África, la zona de formación de la conciencia reptil asociada con el bulbo raquídeo. A pesar de que la máscara parece simple, tiene determinado esfuerzo interno, la tensión necesaria para la vida iniciada de la máscara. El valor sagrado de la máscara radica precisamente en su iniciación. La máscara tiene una proporción que subraya el enfoque en la conciencia del antepasado. Éste es el misterio más importante de la máscara.

La información de la máscara está en su Geometría, el material de la base y la pintura que cubre su cara. El proceso mismo de iniciación o sintonización de la máscara se forma de diferentes maneras, pero más deslumbrante y fuertemente, esto se realiza en la cultura de la sociedad ritual Ngontang, cuyos representantes hacen un baile especial en máscaras. El ritual va acompañado por el toque del arpa de Gabón, que ayuda a la comunicación con el otro mundo. La danza misma es un proceso de nutrición tanto para la máscara como para la conciencia superior. Para el mantenimiento mágico de la nutrición, se utilizan cucharas que en sí también son sagradas.

Es interesante cuán profundamente los Fang perciben sus máscaras y cuán hostilmente los percibieron los misioneros, tratando de destruirlos, tomando la máscara como una reliquia religiosa. Es que si se destruye la máscara, se libera energía, que va a una conciencia superior. Y si se destruye en la agresión, entonces la máscara toma la energía y el alma de quien la destruye. Es decir, quemar una máscara es el mismo movimiento ritual, ya que todo consiste no en la máscara, sino en su espiritualidad. La máscara, según las ideas de los Fang, no posee una fuerza innata, sino que es solo un intermediario entre los antepasados ​​(conciencia superior) y las personas. Y si la máscara esta sobrellena de fuerza, puede caerse y romperse, liberando la fuerza. El uso de la máscara es un formato especial de acción relacionado con la materialización de la fuerza que se llama desde el otro mundo.

Máscaras de la Tradición Fang

Los atributos importantes de un representante de una sociedad secreta son una cinta en la cabeza (que fija la conciencia) y una bolsa especial. Esta bolsa contiene una cuchara utilizada para la nutrición mágica, que debe acompañar a su dueño tanto durante la vida como después de que se vaya.

Otros objetos rituales importantes son el arpa de Gabón (un pariente lejano del birimbao) y el vestuario mágico de Ngil. Pero el objeto más importante es, por supuesto, la máscara, necesaria para la protección de la energía hostil y pintada de blanco. Esta máscara expresa el poder de una conciencia peculiar (que, para los ignorantes es como el poder de los espíritus).

Las mujeres tienen prohibido usar la cinta y la vestimenta Ngil, pero no es una prohibición dirigida a una mujer, sino una decisión relacionada con su esencia energética natural y basada en los conceptos de Fang sobre el cuerpo y el alma. El alma de la mujer naturalmente da vida al cuerpo. Mientras que los hombres deben llamarla y activarla constantemente. Y la vida de los Fang se construye precisamente en relación con el alma y en su servicio. Es decir, una máscara es una especie de condición para poseer poder espiritual.

La clave para entender lo dicho radica en la tradición ceremonial de Bwiti, que se considera incorrectamente como una religión, ya que para los Fang es un proceso de comunicación con la conciencia superior, con espíritus, con la conciencia de las plantas (principalmente con Iboga). Por supuesto, para comprender la esencia y el mecanismo de esta tradición, es importante estudiar la cultura del chamanismo, ya que estos procesos implican una cadena de acciones compleja y multifuncional, es decir, no se trata de una sola acción, ni mucho menos entretenimiento o curiosidad.

Al vivir en esta cultura, la gente de Fang lo aprende hasta la iniciación (aproximadamente a la edad de 13 años). Esa falta de respeto tradicional, profunda e incluso grosera, hacia la cultura africana, que es el resultado de la ignorancia y las limitaciones del mundo occidental, en la actualidad no solo impide percibir la cultura del continente negro, sino que también quita la posibilidad al hombre de comprender las leyes de las conexiones macrocósmicas, privándole de fuerza y sintonía con su propia alma.

Por supuesto, el principal problema en la comprensión de la tradición ceremonial de Bwiti es el uso de la así llamada planta alucinógena de ibogaína, que está prohibida en algunos países, incluso en la Federación de Rusia. En la tradición de los Fang, la planta de Iboga que contiene esta sustancia es principalmente una medicina tradicional utilizada por los chamanes locales y, por supuesto, no se debe transportar y usar estúpidamente a otros lugares e incluso tradiciones. Para Fang, esto es magia, es curación e incluso educación. Pero es también una característica de la cultura de su conciencia, que es importante aceptar no desde la posición de las definiciones que nos son familiares, sino desde la posición de la fuerza espiritual, que prácticamente se realiza en las culturas africanas tradicionales mucho más que en la civilización occidental.

Tomemos, por ejemplo, el concepto de “esclavo”. Para nosotros existe tal concepto, mientras que para el negro existe el concepto de la libertad del alma que no se corresponde con las condiciones de la vida incluso rudimentaria. Si simplemente nos mudamos a vivir en las condiciones en las que viven Fang, inmediatamente nos convertiremos en esclavos de estas condiciones, ya que la fuerza de nuestro espíritu es más débil que las condiciones que nos rodearán. Y si nos fijamos en nuestra vida, ¿somos más fuertes que muchas circunstancias?

Conforme a la idea de Fang, la vida es un sistema completo, asociado principalmente con la conciencia superior, que perciben como un antepasado. Y el hecho de que ellos (como, de hecho, otros pueblos) combinen sus plantas sagradas con la religión cristiana no es un problema para estos pueblos, sino lo es para los misioneros. La Iglesia Indígena de América del Norte, que usa peyote (Lophophora williamsii), la tradición africana de Bwiti, que usa Iboga (Tabernanthe iboga Baillon, Apocynaceae), o la tradición brasileña de Santo Daime con ceremonias de Ayahuasca, todos estos son híbridos para nosotros, pero para ellos no lo son, ya que para ellos tales enseñanzas sincréticas son una condición para la supervivencia de su tradición.

Al destruir las tradiciones, cerramos las oportunidades que estas tradiciones abren. Y en este caso, una conciencia débil no abierta comienza a destruirnos. Y ya ni siquiera somos capaces de verlo, porque en este aspecto la mente de los europeos tiene un nivel significativamente más bajo del de la mente de muchas tradiciones indígenas, incluso de los mismos pigmeos.

Y la incomprensión de todo esto condujo a una poderosa distorsión en la percepción de los blancos de la cultura Bwiti, cuando ya no importa qué alucinógeno se mueve por el mundo y destruye la mente de las personas. Para mí, la misma Coca-Cola es un alucinógeno que no puedes prohibir, pero ¿por qué desarrollar un hábito a su toma? A fin de cuentas, ninguna persona realmente inteligente probaría algo dañino. Sin embargo, hoy en las escuelas no se forma la educación correcta, y ¿cómo se puede explicar al mal educado que deje de destruirse incluso con la misma Coca-Cola, cerveza en polvo o, por ejemplo, vino sustituto?

Sin embargo, todo lo dicho es para hacernos entender que no hay que tener prisa en sacar conclusiones sobre las tradiciones africanas. Algo más, los cultos verdaderos están vinculados al lugar y no pueden extenderse por todas partes y sin razón, ya que la realización de la energía no será correcta, lo cual es una condición importante. Y desde este punto de vista, por supuesto, las máscaras de Fang deben seleccionarse cuidadosamente. A veces las falsificaciones son incluso mejores que las auténticas, pero no pasaron por una iniciadas especialmente para la persona. Es extremadamente importante comprender las tareas de la máscara y los valores y las pautas energéticos, que están relacionados con esta tradición. De hecho, cualquier máscara, además de conexión con el plano superior del ser, es al mismo tiempo una protección de las energías innecesarias y de baja calidad. Algo más, desde el punto de vista de la cultura africana a menudo esta conciencia de baja calidad es expresada por la persona blanca con su percepción y actitud limitadas. Al interactuar con esa máscara, es importante comprender cómo concilia con tus intereses y los de tu espacio.

Por lo tanto, al llamar la atención a una máscara Fang, me gustaría destacar que no es un proceso fácil. Si consideramos el culto de la gente de Mitsogo (en cuyo ejemplo a menudo se estudia la tradición Bwiti), la base de todo será su comprensión de la conciencia superior, que para ellos es el antepasado. Tratan de conservar la energía de esta conciencia en todos los objetos, incluidos los huesos. Y mantienen muchas máscaras en el cráneo antes de usarlas.

Las máscaras de Fang tienen la tarea de sostener la conciencia superior, y según las leyes de las comunidades Bwitistas, la máscara, aunque aparentemente está abierta, guarda en sí el secreto de sus tareas. Por supuesto, da acceso libre a los no iniciados, pero no explica el precio del acceso. Se parece a un templo bwitista (abeñ), que no solo puedes llevar constantemente contigo, sino que puede ser el centro de control del espacio, organizándolo de acuerdo con sus tareas. Toda la estructura de la máscara se asemeja a la estructura de una cabeza humana, basándose en la parte correspondiente del cerebro, sobre la cual saben sólo los bandzi iniciados que pasaron por la iniciación del Gran Iniciado — Nima.

El poseedor de la máscara debe comprender el papel organizativo de Yemba que sabe el ritual, la danza y la música. Con esta ceremonia, de hecho, sintonizan la máscara. Y la llegada de la noche para ésta se puede comparar con la noche de la ceremonia Ngoze, el momento de su mayor actividad. Si la máscara está sintonizada entonces será capaz de interactuar con la conciencia, que es necesario para la organización del contacto con el plano sagrado del ser.

Desde luego, para considerar la máscara como un sistema completo, ésta debe usarse en la tierra de Fang. El significado de la máscara en otros lugares del mundo se determina por la actitud de su poseedor y las tareas de la máscara misma. En general, es un objeto de valor simbólico profundo y hay que recordar que si ésta no es iniciada con un nombre (Nkombo), no debe ser usada para acciones activas.

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