Dicanza

Autor: Ben Chelero

Dicanza (dikwakasa), o kanzana es un instrumento musical de madera tradicional angoleño-congoleño con serifas talladas en la superficie, por las cuales se pasa con un raspador especial que extrae un sonido característico. Dicanza es un instrumento africano único, que de cierta forma existe en diferentes culturas, incluso fuera del continente. Es el lenguaje peculiar de la antigua tradición africana, que le permite conectarse con el espacio, proporciona reproducción natural y flujo de ritmos.

Dicanza es muy importante para la comprensión de la cultura africana en general, ya que es el instrumento más antiguo de comunicación con el espacio. De hecho, este es no solo un instrumento musical en el sentido habitual, sino un tipo de lenguaje que expresa la mentalidad de la etnia. La Dicanza tradicional y los instrumentos similares representan un grupo étnico a través de la cultura del ritmo.

Por ejemplo, Dicanza representa la tradición de las tribus bantúes, para cuyo idioma es importante cierto sistema rítmico. Y la Dicanza es una de las manifestaciones del pensamiento lingüístico de Bantú, que impone determinados movimientos de sonido al cuerpo permitiendo al sonido “errar” como los pensamientos, pero no aleatoriamente, sino desde la perspectiva de la sintonización mental y la carga correspondientes. Es decir, el lenguaje para el bantú es no solo la forma del habla y el pensamiento verbal, sino en primer lugar, el ritmo que genera todas las formas de expresión de la conciencia. Y una de estas formas es la Dicanza.

El sonido de Dicanza se extrae frotando los palos zelele o kixikilu, o cualquier otro objeto – desde diferentes tipos de raspadores hasta un peine e incluso un dedal. Al mismo tiempo, el sonido de Dicanza lleva en sí el significado secreto del instrumento mismo. Es decir, no se trata solo de la extracción de sonido, sino de un elemento de comunicación con la fuerza del espacio, que fue determinado para la gente antigua por la conciencia del Tótem o el Egrégor.

El toque de Dicanza está asociado con el concepto cosmogónico de bailar alrededor del ombligo, o la fuerza vital. Este instrumento acompaña al baile. Está dotado de importante significado “circular”, un tipo de toque asociado con el culto a la fertilidad e imita la naturaleza de la generación del ser humano, formando la unidad entre el tiempo, el espacio y el ritmo.

Con el tiempo, este instrumento contribuyó a la aparición de los movimientos de baile de la umbigada, un baile que es importante para la comprensión del desarrollo de la cultura del ritmo. Se convirtió en la base de la “danza de la vida en círculo”, delineada por el espacio del ritmo, que hoy se conoce más comúnmente como semba – la danza urbana angoleña. Eso, a su vez, se convirtió en la base del baile aún más social, la samba de roda y el instrumento mismo que se usa en la tierra brasileña es el reco-reco (que es dos veces más corto y, generalmente se hace de metal).

La fuente del sonido de la Dicanza es el cuerpo mismo del instrumento. Comprender este instrumento es importante para aquellos que deseen comprender mentalmente la naturaleza del ritmo, sin el cual es imposible no solo conocer la tradición africana, sino también cualquier otra relacionada con la extracción natural del sonido a través de un palo (raspador), golpeador, sonajero, cajón, sonajas y otros instrumentos hechos de madera.

Un momento realmente importante es el material del que está hecho el instrumento. El factor principal para la Dicanza es el uso de madera que da la posibilidad de representar el espíritu del lugar y del espacio, como lo hace el Entandrophragma — el árbol de corona hermosa que posee su propio lenguaje, ritmo y poder. Y si consideramos la Dicanza como uno de los instrumentos musicales más antiguos, entonces, por supuesto debe estar hecho precisamente de madera y no de metal, cerámica o plástico, que establece unos parámetros completamente diferentes de comunicación con el instrumento y altera el espacio del toque.

Para la Dicanza es importante no simplemente la extracción del sonido, como en los reco-reco metálicos modernos, sino la conexión mental del quien interactúa con el espacio a través del instrumento. Para la elaboración del reco-reco brasileño a veces se usa palmera o bambú y este instrumento es como un ancestro o participante importante en el misterio de la cumbia o la salsa.

Reco-reco es como el llenado sagrado de la tradición Candomblé que en el territorio de Brasil mantiene la conexión con la tradición africana de Yoruba. También se puede decir que este instrumento generó o solamente sostiene la mentalidad de la samba o la capoeira. Aun solo este rasgo lo hace sagrado para los millones de admiradores de estas Artes.

Otro instrumento en la tradición de la Dicanza — el güiro — se elabora de la frutas del jícaro, (Crescentia cujete) lo que permite introducir ruidos o ritmos cubanos que dan lugar a ritmos como el cha-cha-cha, la salsa o el baile dominicano de merengue. De todos modos, muchos estilos musicales latinoamericanos nacieron mentalmente justo gracias a la Dicanza y los instrumentos que surgieron en esta tradición.

De hecho, la Dicanza es un auténtico instrumento musical ritual que representa las culturas formadas en la base de las tradiciones africanas o con su participación. En la actualidad éste realiza los significados de los ritmos. Es un instrumento muy inteligente a través del cual se nos da la posibilidad de implementar determinados significados y conocimientos relacionados con la fuerza de cierta cultura o cierta mentalidad.

Tocar la Dicanza no es simplemente un movimiento hacia adelante-hacia atrás del palo, es el fundamento de la Meditación africana. La Dicanza es un componente mental importante para todos los instrumentos musicales de percusión africanos, guiándose por el ritmo o la conciencia del toque que puede ser comparado con la danza ritual Masemba, el Arte de sumergirte dentro de ti mismo.