Bapo
Autor: Ben Chelero
Bapo o Carcaxa, (port.) es la variedad afrobrasileña del instrumento de percusión, tipo sonajero, presentada en las tradiciones de diferentes países. En la tradición musical africana se conoce como Abwe (entre los pueblos de los grupos Yoruba como Ewe), en Liberia se le conoce como el chequere. Existe también en otras tradiciones de África occidental.
Fuera de África, la variedad de Bapo más famosa es la Maraca o Maracas, un instrumento del grupo indígena Taínos, los habitantes precolombinos de las islas del Caribe. También se conoce la Geraza colombiana, la Huada chilena, la Soñaja mexicana, el Nasisi panameño y el Dadoo venezolano. En algunos países, el nombre representa el sonido mismo que reproduce el instrumento: el chinchin guatemalteco, el cha-cha haitiano, el shac-shac de Trinidad, también conocido como shake-shake o shaker.
Todos estos instrumentos pueden ser considerados como una variedad del Bapo, que significa “girar”, “sacudir”, “azotar”, produciendo varios ruidos y ritmos tanto para rituales como para la música popular.
Bapo es el instrumento ideal para el desarrollo del sentido del ritmo. Cualquier instrumento de este tipo pertenece al grupo de idiófonos (ιδιοφων, griego), es decir, la fuente de sonido es el cuerpo mismo del instrumento, en este caso de calabaza. Precisamente la calabaza es la fuente del poder mágico que el ejecutante debería recibir del instrumento. En esto radica la magia principal, la particularidad y el misterio del Bapo. Es decir, es importante interactuar con el agitador, Maracas o Bapo, y no solo agitarlo.
Comprender la tradición musical africana y la latinoamericana, sin este instrumento es imposible, ya que Bapo aporta más al proceso de sonido que el son y el ritmo. En primer lugar transforma, perfecciona, la conciencia de quien lo toca. Es un instrumento muy alquímico, cuya acción está dirigida al proceso de comunicación con el espacio y la transformación del ejecutante. Y, tal vez cabe empezar a conocer el ritmo justamente con este instrumento.
Bapo es una parte integral de cualquier cultura donde crece la calabaza. Tiene forma redondeada dentro de la cual hay semillas, granos, que crean el sonido y están relacionados con esta planta o el hábitat para expresar las propiedades del Tótem o el Egrégor. El instrumento está hecho de calabaza seca, que es importante para expresar la conciencia correcta, la energía del mismo instrumento.
Este instrumento es un regalo de la naturaleza y por supuesto, es difícil decir quién fue el primero en usarlo, pero una cosa está clara: donde crece la calabaza o el árbol Tecomate (Crescentia cujete), siempre hay una cultura de este instrumento musical.
Además de su aplicación práctica, el Bapo también es un objeto ritual que debe permanecer y guardarse en un lugar con el que interactúa y en estado tranquilo. La principal dificultad para la comprensión de este instrumento es cómo iniciar el movimiento en él, cómo tocarlo correctamente o simplemente sacudirlo. Hay peculiaridades y técnicas cuando se toca, estando de pie, sentado e incluso acostado.
Para los Yoruba, este instrumento es muy importante. En esta tradición se usa para adivinar, donde el sonido define el “odu” — el contenido de la adivinación, que une el abwe (agitador del yoruba) con Orunmila (Orula), el predictor de Orisha.
En el Bapo tradicional se usan siete granos para el relleno y la creación del sonido, que simboliza los siete mundos o siete niveles de ser. Muy a menudo, usan Bapo en conjunto con el mismo instrumento y cada Bapo tiene su propia función concreta — el que sostienen en la mano derecha suena más a menudo y establece la conexión con los Orishas, y en la izquierda representa el ritmo de varios Orishas.
Por supuesto, en diferentes tradiciones hay una comprensión diferente de este instrumento e incluso incomprensión, ya que a menudo al toque se introduce el estado mediúmnico y la actitud hacia el instrumento. Pero incluso si no tomamos en cuenta el aspecto ritual del toque, veremos que, como regla general, en distintas tradiciones las funciones de los instrumentos emparejados se repiten: el derecho establece el temple, participa en la creación del fondo y el izquierdo establece el ritmo. Los instrumentos se pueden sostener con una mano, especialmente si el Bapo mantiene el espacio de sonido general o si con la mano derecha hay que tocar algún otro instrumento.